Carta abierta al equipo Bellelli - GRACIAS

Ayer y hoy fueron días muy emotivos y de mucha reflexión, se sentía Bellelli diferente sin los niños pero disfrutamos de una jornada completa de diálogo entre todas las maestras, atelieriesta y pedagogas que conformamos este equipo tan especial y diverso. Aunque cotidianamente hay mucho interacción y apoyo entre todas, son pocos los momentos en los que podemos estar todas reunidas para compartir los procesos pedagógicos y cotidianos de todos los salones y eso fue lo que más valor tuvo de este espacio. 

Casi todo el equipo Bellelli - 2017

Casi todo el equipo Bellelli - 2017

 

Podría hablar muchísimo de lo que sucedió estos dos días pero me gustaría enfocarme en 7 mensajes poderosos de las presentaciones de las maestras en preparación a la tertulia próxima con familias: 

1. Respeto absoluto a la infancia. En cada una de las presentaciones que escuché ayer se evidencia un respeto a la diversidad de cada niño, a sus tiempos, su desarrollo, sus intereses, su voz, sus derechos. Esta sensibilidad y esta mirada sin presionar, sin juzgar, sino de dar valor fue evidente en todos los equipos. La manera en que hablaban de ello da certeza de cómo cada maestra tiene un fundamento fuerte de por qué es importante ese respeto a la cultura de la infancia, así como las estrategias y actitudes concretas de cómo poder lograrlo. Sin duda las maestras con más trayectoria en Bellelli han sido importantes puntos de referencia para las que han entrado después.

2. Conexión con los principios del enfoque educativo de Reggio Emilia. Para nadie es un secreto lo complejo que es llevar a la práctica los principios de este enfoque educativo porque no hay un manual o receta mágica. Sin embargo, fue muy orgánica la manera en que cada equipo logró conectarse con los principios del enfoque y comunicarlo de manera poderosa. Es importante aquí resaltar que también tiene mucho que ver que ya en todos los equipos hay personas que han ido a Reggio Emilia o a Colombia a aprender más de este enfoque educativo y eso ha impactado al grupo completo.

3. El valor que le dan a la participación de las familias. Es hermoso escuchar cómo nuestras maestras aprecian tanto y escuchan tanto a las familias en cómo se sienten, qué necesitan para estar tranquilos y cómo colaboran también. Bellelli como comunidad se da gracias a la poderosa interdependencia entre niños, familias y maestras, por eso disfrutamos tanto la política de puertas abiertas. En cada presentación se evidencia esta presencia de los padres, y a la vez las maestras se han preocupado de lograr con éstas conectar emocionalmente con las familias para que el mensaje sea transformador.

 

4. Profundidad de las reflexiones y apertura para la confrontación. Durante todo el diálogo de presentación de experiencias se evidenció un nivel de profundidad muy alto en las reflexiones, las inquietudes, los aspectos a mejorar y a los que se le dieron valor. El respeto a las ideas de cada una pero a la vez la confrontación desde otras miradas hizo que esta fuera una de las tertulias más enriquecedoras que hemos tenido hasta el momento con el grupo completo. Se nota una exigencia de parte de ellas muy alta y a la vez un deseo de crecimiento profesional y humano inmenso.  

5. Equidad de género en la mirada a la infancia. ¡Qué gran diferencia podemos y queremos hacer como equipo al hablar de las niñas y de los niños desde una mirada de equidad! Lo tenemos muy presente y son los mismos chicos los que nos dan lecciones a diario de sus capacidades e intereses, pero son estas maestras las que le dan valor y lo defienden también con la idea poderosa de que son nuestros ciudadanos más pequeños y tienen que crecer, vivir y promover esta equidad. 

6. Fluidez y continuidad de un grupo a otro y reconocer lo que cada maestra hace en cada etapa. Me emocionó mucho escuchar cómo las maestras mismas, escuchando las presentaciones de sus compañeras quedaron impresionadas con las capacidades de los niños desde Nido 1 hasta Espiral 2, el trabajo fuerte de las maestras que los acompañan pero también el gran precedente que marcan sobre todo lo que pueden hacer los niños. No es posible entonces retroceder las conquistas logradas por los niños, sino más bien se debe ir avanzando más y más conforme van subiendo de grupo. Lindo escuchar cómo las maestras de los grupos de los más grandes dicen que lo increíbles que son los niños a esa edad (4-5 años) se debe a todo el proceso previo que han tenido y por eso lo agradecen.

7. El error como parte del proceso y el crecimiento como tribu. Todo esto que comentaba arriba no es posible sin procesos de aprendizaje llenos de errores, metidas de pata, mucha vulnerabilidad y transparencia. Como grupo hemos crecido y como grupos nos seguimos apoyando con todos nuestros defectos y virtudes, pero con la gran intención de dar lo mejor a los niños, de disfrutar el trabajo y de apoyarnos unas a otras en esta tribu de 20 mujeres.

Por esto y mucho más, Sary, Muma, Caro, Cata, Mo, Moni, Nela, Glory, Angie, Jessi, Mari, Sara, Lupe, Pame, Mariela, Silvia, Vale, Adri y Karla: GRACIAS INFINITAS. Ayer me hicieron llorar de emoción, alegría, orgullo, amistad, confianza, transparencia, aceptación, respeto, perseverancia, crecimiento, solidaridad y por el inmenso amor que día a día dan a toda la comunidad Bellelli. Antes decía mucho que creo que es posible transformar un país a través de los ciudadanos más pequeños, pero sin duda le agregaría que es posible transformarlo también gracias a personas como ustedes. Así como siempre hablamos de las capacidades y superpoderes de los niños, puedo decir que cada uno de ellos son un reflejo en GRAN parte de quiénes son ustedes y de SUS potencialidades. ¡Las quiero mucho chicas!

-Caro

 

 

 

7 beneficios de tener a papás (hombres) participando de la cotidianidad de la escuela

En una de las visitas de familias nuevas a Bellelli un papá dijo un comentario que nos llamó mucho la atención: "Esta escuela no es como maternal o solo de mujeres, sino que es para la familia y como papá me siento cómodo de venir". Nos compartía que su percepción es que en los centros infantiles casi solo había maestras y mamás (todas mujeres) y que los papás no se sienten tan bienvenidos. 

En nuestro caso, desde los inicios, hemos tenido una altísima participación de hombres en nuestra cotidianidad y nos emociona mucho porque podemos apreciar todo lo que ganamos todos con su presencia. A ellos se los comentamos mucho y las maestras lo agradecen montones por eso les compartimos aquí 7 beneficios de tener a papás (hombres) en el día a día del centro:

1. Energía de papá. La participación de los padres trae una energía masculina que complementa el rol de la madre  y la maestra en la vida del niño e incluso de sus compañeritos. Además, trae una energía física que es más fuerte y brusca. Una energía juguetona, física, retadora, transparente, y de vulnerabilidad a la vez, donde pide ayuda para lo que necesite sin esperar ser juzgado.

 

2. Modelos de paternidad para los niños. Sin duda tener a los padres dentro de la escuela hace que los niños tengan modelos de papás muy involucrados en su paternidad, cumpliendo tareas y roles familiares que tradicionalmente solo los cumple la mamá como: cocinar, preparar a los niños para la escuela, darles el almuerzo, llevarlos a fiestas o paseos, etc. A raíz de esto, en el juego de los niños se pueden ver representados estos roles también de manera distinta en ejemplos concretos donde el niño está durmiendo al bebé, dándole leche, preparando la comida para todos, limpiando, una familia con dos papás o que trabajan desde casa con su computadora.

3. Un nuevo tema de conversación. Al participar en la cotidianidad de la escuela y vivir su transparencia y entender cómo son los procesos de aprendizaje y de relaciones, los padres se sienten mucho más conectados con la experiencia educativa e incluso se vuelve un nuevo tema del cual hablar entre sus amigos, incluidos otros papás y futuros papás. Se siente más el interés de éstos por la educación de la primera infancia porque ellos mismos pueden vivir la experiencia con sus hijos, aunque sea 10-15 minutos en la mañana que puedan estar en el salón con los niños.

4. Conversaciones con las maestras son distintas. Las preguntas y comentarios que hacen los padres a las maestras vienen desde otra mirada de lo que normalmente una madre preguntaría y eso hace que las maestras también se comuniquen de formas distintas, lo cual es beneficioso para la comprensión integral de los niños. Además, en este diálogo tan directo los padres de familia le dan mucho valor al rol de la maestra de sus hijos, se revaloriza la profesión y se genera mucho respeto.

 

 

5. Traen ideas muy diferentes. Nuestra experiencia con padres en el día a día nos ha permitido tener a los mejores cuenta cuentos, cocineros, músicos, arquitectos, ingenieros, amantes de la naturaleza, escaladores de árboles, entre otros. Esa pasión con que ellos viven eso que tanto disfrutan es un regalo a los niños de toda la escuela e incluso para los otros padres, porque son personas felices.

6. Fuerza y colaboración. No es para nadie un secreto que tener papás en la escuela es una excelente oportunidad para pedir ayuda en mover cosas pesadas, pegar cosas muy alto, bajar cosas también en alto y bueno, es algo que siempre estamos haciendo. Cabe resaltar que casi siempre son ellos los que ofrecen ayuda cuando ven a alguna mujer haciendo esa tarea, por lo que se agradece infinitamente la colaboración.

7. Derecho de trabajar de la mamá. Varias de nuestras familias tienen flexibilidad en el trabajo y es muy agradable poder apreciar cómo la madre trabaja feliz en lo que tanto le gusta mientras su esposo tiene más flexibilidad en el horario y puede participar de la cotidianidad de sus hijos en la escuela. Estamos seguras que este balance y el que todos se puedan desarrollar y tener sus espacios es de gran beneficio para la familia.

 

 

Esta lista no tiene ningún orden en específico pero sí es un ejercicio muy valioso de hacer y son pequeñas prácticas que cambian dinámicas familiares, experiencias de aprendizaje, vivencia de la ciudadanía y una pedagogía de relaciones muy rica dentro del contexto educativo. ¿Cuáles otros beneficios encuentran ustedes?

¿estimulación temprana o respeto a los tiempos de los niños?

Los padres de familia siempre buscan lo mejor para sus hijos, desde el momento en que nacen e incluso antes. Una vez que los niños pasan los primeros meses de vida en casa, se entra en el gran dilema de la crianza  y la educación con preguntas como: ¿cuándo deben empezar en el Kinder?, ¿qué debemos hacer para estimularlo?, ¿debe socializar?, ¿cuánto tiempo debería estar con él o ella y qué debería hacer?, ¿cuáles cursos son los más recomendados?, ¿qué pasa si lo llevo o no a masaje infantil o a estimulación temprana?, ¿está mi hijo atrasado en su desarrollo?, ¿por qué el hijo de mi amiga ya balbucea y el mío no?

Son infinitas las preguntas que pasan por la mente de los padres, hay además una fuerte necesidad de inmediatez y de tener respuestas para todos, del manual perfecto de crianza y de tomar las decisiones correctas. Poder hacer una pausa y escuchar esa voz interior es difícil cuando diariamente estamos bombardeados de mensajes que intentan más bien acelerar y presionar a  niños y adultos como si fuera una carrera. Interesante con este tema hacer referencia al libro Elogio a la Educación Lenta de Joan Domènech Francesch, con mensajes poderosos como este:

Más antes y más rápido no son sinónimos de mejor
— Honoré, 2005

El libro hace una analogía de la educación con el movimiento slow food en antítesis al fast food. Es una invitación a aprender a respetar los ritmos naturales de la infancia y  las relaciones de los niños con otros niños y con los adultos de una manera orgánica, a vivir procesos, más que esperar productos.

Devolver el ritmo adecuado a los aprendizajes es una necesidad para garantizar una educación que realmente responda a las necesidades que la sociedad nos plantea.
— Joan Domènech Francesch

La estimulación temprana debería escuchar más los tiempos naturales de los niños porque ya ellos nacen con todo el potencial para aprender, para socializar, para vivir. Esta idea de enseñar lo antes posible a los niños ha sido una que se le vende a los padres para que consuman productos o paguen cursos, que a la vez fomenta una competencia no sana entre ellos y una presión al niño por cumplir objetivos a corta edad. Lo que el adulto debería hacer más bien es escuchar con intención la agenda del niño, su capacidad de asombro, su reloj interno y de aprender de su entorno. La belleza de la infancia y de los seres humanos es que todos somos únicos. En las clases de estimulación temprana, para el cumplimiento de los objetivos, se le acompaña en una serie de etapas y programados ya definidos, generalmente en un ambiente muy plástico, diseñado y programado por un adulto que dirige. Si respetamos la naturalidad de los niños nos damos cuenta que aprenden mucho más con el juego libre, el movimiento libre y los tiempos no estructurados.

Los niños nos exigen el derecho a ser esperados.
— Alfredo Hoyuelos (Pamplona)

¡Qué importante y qué valor tiene para un bebé darse la vuelta, sentarse, gatear, etc. por sí solo, en el momento justo y con la satisfacción de lo posible! Cuando dejamos que ellos lo hagan de manera autónoma, es cuando el niño más aprende de su cuerpo, de sus potencialidades y limitaciones, de su autoconfianza y de su coraje. Como se menciona en el documental El Comienzo de la Vida,  los niños con alto autoestima están dispuestos a arriesgarse para aprender cosas nuevas, ya que ellos pueden equivocarse. La autoestima les ayuda a hacer cosas nuevas, pero primero que todo deben sentirse amados y seguros en las relaciones con sus cuidadores primarios y entorno más cercano. Para esto no se necesita una clase, sino sólo cultivar los vínculos fuertes con los niños. 

Si como adultos tenemos clara la intención a largo plazo de la crianza y educación de los niños, le daríamos más valor a desarrollar la empatía, la tolerancia, el respeto, la resolución de problemas que a repetir los colores primarios, los números y las letras a un bebé. ¿Qué tiene más valor para la vida de un niño y qué es más complicado de aprender?

Los niños han de poder ser niños y disfrutar plenamente de todas y cada una de las etapas de su crecimiento.
— Joan Domènech Francesch

¿Por qué no dejar a mi hijo en la guardería?

Este es un título provocador porque nos interesa crear conciencia sobre dos palabras que tienen una carga social y lingüística fuerte: "guardería" y "dejar".

GUARDERÍA:  

¿Por qué no dejar a mi hijo en la guardería?

Porque uno no guarda a los niños mientras los adultos salen a trabajar, sino que los niños tienen el derecho a tener espacios, escuelas infantiles para compartir con otros niños y con adultos capacitados que puedan darles la mejor educación en esos primeros años. Generalmente en las guarderías, los niños más pequeños pasan en encierros, en sillitas amarrados o portabebés, como el mismo modelo industrializado de las escuelas. En cambio, en esta etapa es vital el movimiento libre del niño para explorar y descubrir su entorno.

Entendemos que hay contextos en donde estas situaciones son lo mejor que se puede hacer, dado el recurso humano y las condiciones de seguridad física, pero igualmente creemos que sí es necesario e importante levantar la voz para que estos niños tengan un comienzo de vida de la mayor calidad posible. Es un derecho del niño y de la familia. Debemos luchar por centros que no sean solamente asistencialistas, sino donde se valoren mucho más las personas que tienen frente a ellos, esos niños con un potencial increíble que están deseosos de recorrer y conocer el mundo. Podemos como ciudadanos empezar a apoyar los centros infantiles de nuestra comunidad y abogar por la calidad en las relaciones, vínculos seguros y experiencias de aprendizaje respetuosas de los tiempos de los niños.

Una escuela infantil no es una guardería. Una escuela infantil no es un colegio de instrucción, no es un centro de pre-escolar. La escuela infantil es sobre todo una escuela de vida creada y pensada para los niños pequeños, que acoge toda la vida del niño en su singularidad de cada uno, en sus necesidades de cada uno y de todos los niños y la diseña en su organización, en su ambientación, en sus horarios, en sus ritmos, en sus contenidos a lo que son las necesidades de los niños.
— Francisca Mayó (Psicopedagoga)

Pueden ampliar más sobre <la buena escuela> en esta serie de videos de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado, donde expertos en primera infancia resignifican y validan la importancia de las escuelas infantiles y no las guarderías. No es solo el tema del nombre, sino las prácticas diarias las que hacen la diferencia.

DEJAR A MI HIJO: 

¿Por qué no dejar a mi hijo en la guardería?

Porque al dejarlo simplemente se corre el gran riesgo de depositar en la escuela infantil la responsabilidad de crianza y de educar a los hijos, cuando en realidad es una tarea compartida, una llena de aciertos, desaciertos, sueños, lecciones de vida, muchas emociones, modelos de adultos y principalmente valores humanos muy fuertes que se deben compartir y respetar.

La escuela debe abrir las puertas a las familias y permitir que los adultos acompañen, en la medida de lo posible, los procesos de los niños. El dejar al niño en la puerta simplemente limita la posibilidad de diálogo entre las educadoras y las familias, por lo que debemos siempre buscar espacios para intercambiar, para conectar y escucharnos. La participación de las familias puede variar mucho, dependiendo de los horarios de trabajo y otras responsabilidades, pero la calidad y no la cantidad es lo importante.

Una buena escuela infantil es aquella que ofrece transparencia absoluta.
— Alfredo Hoyuelos

Cambiar la idea de dejar al niño y más bien pensar en acompañarlo a su espacio tomando consciencia de lo importante de estar presente en ese momento, validar las emociones de ambos y saber que estará seguro, amado y respetado, es un mensaje poderoso para estos niños. Debemos darle mucho valor a este lugar mágico que es un segundo hogar para ellos, un lugar que acoge, tanto a los niños como a sus familias.