¿Por qué no dejar a mi hijo en la guardería?

Este es un título provocador porque nos interesa crear conciencia sobre dos palabras que tienen una carga social y lingüística fuerte: "guardería" y "dejar".

GUARDERÍA:  

¿Por qué no dejar a mi hijo en la guardería?

Porque uno no guarda a los niños mientras los adultos salen a trabajar, sino que los niños tienen el derecho a tener espacios, escuelas infantiles para compartir con otros niños y con adultos capacitados que puedan darles la mejor educación en esos primeros años. Generalmente en las guarderías, los niños más pequeños pasan en encierros, en sillitas amarrados o portabebés, como el mismo modelo industrializado de las escuelas. En cambio, en esta etapa es vital el movimiento libre del niño para explorar y descubrir su entorno.

Entendemos que hay contextos en donde estas situaciones son lo mejor que se puede hacer, dado el recurso humano y las condiciones de seguridad física, pero igualmente creemos que sí es necesario e importante levantar la voz para que estos niños tengan un comienzo de vida de la mayor calidad posible. Es un derecho del niño y de la familia. Debemos luchar por centros que no sean solamente asistencialistas, sino donde se valoren mucho más las personas que tienen frente a ellos, esos niños con un potencial increíble que están deseosos de recorrer y conocer el mundo. Podemos como ciudadanos empezar a apoyar los centros infantiles de nuestra comunidad y abogar por la calidad en las relaciones, vínculos seguros y experiencias de aprendizaje respetuosas de los tiempos de los niños.

Una escuela infantil no es una guardería. Una escuela infantil no es un colegio de instrucción, no es un centro de pre-escolar. La escuela infantil es sobre todo una escuela de vida creada y pensada para los niños pequeños, que acoge toda la vida del niño en su singularidad de cada uno, en sus necesidades de cada uno y de todos los niños y la diseña en su organización, en su ambientación, en sus horarios, en sus ritmos, en sus contenidos a lo que son las necesidades de los niños.
— Francisca Mayó (Psicopedagoga)

Pueden ampliar más sobre <la buena escuela> en esta serie de videos de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado, donde expertos en primera infancia resignifican y validan la importancia de las escuelas infantiles y no las guarderías. No es solo el tema del nombre, sino las prácticas diarias las que hacen la diferencia.

DEJAR A MI HIJO: 

¿Por qué no dejar a mi hijo en la guardería?

Porque al dejarlo simplemente se corre el gran riesgo de depositar en la escuela infantil la responsabilidad de crianza y de educar a los hijos, cuando en realidad es una tarea compartida, una llena de aciertos, desaciertos, sueños, lecciones de vida, muchas emociones, modelos de adultos y principalmente valores humanos muy fuertes que se deben compartir y respetar.

La escuela debe abrir las puertas a las familias y permitir que los adultos acompañen, en la medida de lo posible, los procesos de los niños. El dejar al niño en la puerta simplemente limita la posibilidad de diálogo entre las educadoras y las familias, por lo que debemos siempre buscar espacios para intercambiar, para conectar y escucharnos. La participación de las familias puede variar mucho, dependiendo de los horarios de trabajo y otras responsabilidades, pero la calidad y no la cantidad es lo importante.

Una buena escuela infantil es aquella que ofrece transparencia absoluta.
— Alfredo Hoyuelos

Cambiar la idea de dejar al niño y más bien pensar en acompañarlo a su espacio tomando consciencia de lo importante de estar presente en ese momento, validar las emociones de ambos y saber que estará seguro, amado y respetado, es un mensaje poderoso para estos niños. Debemos darle mucho valor a este lugar mágico que es un segundo hogar para ellos, un lugar que acoge, tanto a los niños como a sus familias.