¿Por qué hacemos eventos para familias en espacios públicos?

En el 2011 realizamos el primer evento en un espacio público, específicamente en el Parque España, como parte de la iniciativa ‘Enamorate de tu ciudad’. Fue un experimento cultural, un llamado a la acción, una oportunidad para compartir nuestras creencias de infancia y juego con la comunidad. Desde ese momento hemos realizado más de 30 eventos en espacios públicos: Pop-Up Playgrounds (en colaboración con Pop-Up Adventure Play) y Presencia (iniciativa organizada por la Fundación Red Solare Costa Rica). 

Pop-Up Playground 2015

Pop-Up Playground 2015

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Hay que devolver la ciudad a los niños
— Francesco Tonucci

A continuación les presentamos 7 razones por las que consideramos importante realizar y fomentar este tipo de experiencias:

  1. Porque creemos en los niños como ciudadanos locales y globales, que deben ser visibles en la sociedad. Además, porque debemos visibilizar el pensamiento creativo de los niños, su capacidad de escucha, su sensibilidad para la colaboración, la convivencia y el aprecio a la belleza. 
  2. Porque permite democratizar la experiencia educativa de calidad. Los eventos que realizamos nos conecta como ciudadanos sin importar el contexto socioeconómico, la escolaridad, intereses, idiomas, entre otros. Durante los Pop-Up Playgrounds, todas las familias son bienvenidas y todos son capaces de jugar con una caja de cartón, un retazo de tela, un cilindro de cartón, así como otros materiales cotidianos. El proceso creativo y el desarrollo de proyectos se da de manera continua y con personas de distintas edades. No hay que llevar nada a estos eventos, solo muchas ganas de participar y compartir.
  3. Porque es responsabilidad de los centros educativos hacer: <escuela fuera de la escuela>. El debate social, político, cultural y pedagógico que se genera al colocar el aprendizaje fuera de las escuelas, beneficia a todos los ciudadanos y genera cuestionamientos importantes. Las escuelas forman parte de sistemas sociales y por lo tanto, debe existir mayor conexión y transparencia.
  4. Porque educación es política y se logra principalmente a través de la participación. En nuestras prácticas cotidianas, en nuestra comunidad en aprendizaje hacemos política, que es crear buenas condiciones para todos. Si empezamos por los niños, todos se benefician.
  5. Porque la presencia de niños y familias en espacios públicos hace que éstos se vuelvan seguros. Al revivir estos espacios, logramos mayor convivencia y apoyamos la regeneración urbana de las ciudades. La apropiación de espacios públicos invita a los ciudadanos a ver nuevas posibilidades de encuentro, más allá de los centros comerciales. 
  6. Porque la ciudad es un espacio de aprendizaje. Al realizar experiencias en espacios públicos, los niños y sus familias viven la ciudad: sus formas, colores, dinámicas, propuestas culturales, belleza, problemáticas, naturaleza, entre otros. La ciudad como espacio de aprendizaje es rica en diversidad, en encuentros, en posibilidades, en realidades. Hay que permitirles a los niños vivir estos aprendizajes, ya que sin duda llegan a apreciar y cuidar más su ciudad.
  7. Porque nos interesa generar un impacto de nuestras prácticas que trascienda las dos sedes que tenemos actualmente. Con estos eventos, lo esencial de Bellelli (el respeto al niño, el derecho al juego y la participación de la familia), así como nuestros valores se difunden por la ciudad. Nos da la posibilidad de aprender con otros, compartir prácticas, pensamientos y hacer más accesible nuestro proyecto educativo. 

Por último, los dejamos con un video de Francesco Tonucci promotor del proyecto: La Ciudad de los Niños. 

Una ciudad de los niños es una ciudad de todos
— Francesco Tonucci

Llegaron los robots, ¿y ahora qué?

Desde hace unos años se ha comenzado a escuchar de forma más insistente sobre el futuro de la educación, cómo ésta se tiene que adaptar para poder ser relevante a los cambios del futuro. Sin embargo, entre la conversación y la práctica parece haber una brecha cada vez más grande, ya que el futuro nos está alcanzando y el sistema educativo permanece inamovible ante los cambios que ya son nuestro presente.

Robot creado por un niño - Pop Up Playground San Sebastián 2015

Robot creado por un niño - Pop Up Playground San Sebastián 2015

Hace dos semanas tuvimos la oportunidad de participar en el Laboratorio Global de la Educación de MIT: J-WEL, un espacio de compartir intelectual muy interesante ya que une a líderes de escuelas, colegios y universidades pero también atrae a las empresas, esas que están teniendo problemas desde ya para encontrar al personal con la capacitación que necesitan. En este encuentro se habló como un constante de la necesidad de un cambio inmediato en los sistemas educativos, ya ni siquiera para prepararlos para los trabajos del futuro, sino para que estos chicos que hoy están siendo escolarizados tengan chance de poder desarrollarse en el mundo de hoy, un mundo al que ya llegaron los robots.

El sistema actual educativo controla todo, desde el contenido que se debe aprender hasta los momentos en los que se puede ir al baño. Asumiendo que un niño entra al sistema escolar a los 4 años y se gradúa a los 22 de la universidad, habrá pasado 18 años como parte de un sistema que se asemeja más a una cárcel que a la vida real. Esta persona de 22 años ahora sale a buscar trabajo y se le pide que lidere, que tome riesgos, que cree, que dirija, etc. El contenido de todos estos años de escolarización queda a un lado y ahora son las habilidades que no parecían relevantes las que determinan el futuro de esta persona, ahora es un adulto con muchas horas de memorización para pasar un examen y muy poco tiempo de práctica de cómo aplicar ese contenido o - mejor aún- de cómo inventar nuevos contenidos.

Robot creado por una familia - Pop Up Playground San Sebastián 2015

Robot creado por una familia - Pop Up Playground San Sebastián 2015

La realidad es que la tecnología llegó para quedarse y todo lo que pueda ser automatizado, lo será. Es nuestra responsabilidad entonces el cuestionarnos para qué estamos educando, con qué propósito y sobre todo a quién estamos educando. Nuestra especie está viviendo una revolución, nos va a tocar convivir con el hecho de que hay máquinas que son mucho más eficientes que nosotros para ciertos procesos; es nuestro trabajo entonces el asegurarnos que esas habilidades que nos hacen únicos como especie sean el principal enfoque de nuestros años de educación. Es nuestra responsabilidad como educadores, como padres y como ciudadanos el exigir cambios inmediatos, concretos y con bases fundamentadas en el sistema educativo, no para competir con un robot sino para complementar el trabajo que éstos pueden hacer. 

Todos estos avances tecnológicos representan un gran avance para nuestra era, no quiere decir que por haber llegado estos adelantos el humano ya no tendrá trabajo, la gran diferencia es que estos trabajos cambiarán. Por ejemplo, hoy en día hay menos personas trabajando en bancos pero han incrementado el número de diseñadores gráficos. La realidad es que hay trabajos que sólo un humano podrá hacer, el entender contextos sociales, el poder actuar con empatía, el desarrollar relaciones son situaciones humanas que nos atraen y nos conectan. Los trabajos cambian y nuestra especie se adapta. Si logramos ver la tecnología no como un reto sino como una ayuda, podemos dejar de actuar como máquinas nosotros y finalmente ser más humanos.

¿Estamos en la dirección correcta de la transformación educativa a nivel mundial?

A lo largo de la historia, han existido y existen muchos intentos por resolver el amplio problema de la educación. Un problema complejo sin duda, que involucra a muchos actores, intereses, tiempos, culturas, realidades sociales y económicas, entre otros. La variedad de propuestas o respuestas incluyen: iniciativas locales, políticas públicas, fundaciones,  incorporación de la tecnología, talleres, planes pilotos, escuelas laboratorio, evaluaciones, alianzas, entre otros. Sin embargo, éstas aisladas son poco eficientes y sigue siendo un campo que requiere una solución sistémica y compleja. Sin duda el impacto en una persona es valioso, pero la respuesta que se busca es para el bien de todos.

Fundadoras de Bellelli Educación junto a Peter Senge (Autor de Schools that Learn y Fifth Discipline)

Fundadoras de Bellelli Educación junto a Peter Senge (Autor de Schools that Learn y Fifth Discipline)

Las personas no resisten el cambio, resisten ser cambiadas
— Peter M. Senge

El abordaje propuesto por J-WEL, laboratorio global de educación que nace en MIT, tiene en su esencia una serie de factores que sin duda están en la dirección correcta a este cambio que tanto se anhela en la sociedad. A continuación se hace referencia a 5 de ellos:

  1. CONTINUIDAD: el laboratorio está compuesto por practicantes e investigadores que están directamente vinculados con la educación inicial, primaria, secundaria, educación superior y lugar de trabajo. Este continuo logra un diálogo que trasciende el salón de clase, el profesor o las evaluaciones estandarizadas. Permite más bien entender las potencialidades de cada sector, así como sus necesidades y buscar soluciones conjuntas. La escuela por tanto no es concebida como la preparación para el lugar de trabajo; ni tampoco significa que las empresas deben dictar qué necesitan de sus futuros empleados, en un modelo aún industrializado. 75% de las profesiones del futuro aún no existen o se están creando. Sin embargo, sí deben existir acuerdos sobre qué habilidades socio-emocionales, cognoscitivas, y físicas son importantes para los ciudadanos en su proceso formativo, para el presente y para el futuro. Incluso, debido a esto, se debe repensar el posicionamiento de los niños más pequeños y de los adultos mayores como aprendices dentro de este continuo.
  2. DIÁLOGO: promover el diálogo constante, provocador, crítico entre personas de muchas disciplinas es vital para la construcción conjunta de ideas, propuestas, la creación de alianzas y el resignificar conceptos muy tradicionales en el sector educación. Este diálogo debe lograr una movilización a la acción y una base de respeto en el uso de lenguaje, creencias y culturas. J-WEL, como laboratorio global, genera experiencias de grupo que invitan a esta conversación, que trascienden fronteras, que incomodan y que buscan el bien común. En el centro de estas discusiones, la ética juega un rol esencial y por lo tanto, es una práctica de reflexión interna de los individuos involucrados y beneficiarios.
  3. SISTEMAS:  En este intento colaborativo de resolver la problemática educativa se requiere de un pensamiento sistémico, ya que vivimos dentro de sistemas: la persona, la familia, la escuela, las organizaciones, las comunidades, etc. Estos sistemas tienen profundas fuerzas de interconexión, de las que muchas veces no hay consciencia, pero son reales y necesitamos estrategias para entenderlas. Dentro de este pensamiento sistémico, un grupo dirigido por Peter Senge y Mette Miriam Böll (Society for Organizational Learning), agrega el concepto compasión como elemento clave en este tipo de pensamiento. De esta manera, conecta aún más con el ser humano, con la necesidad de pertenencia a un sistema de relaciones, donde existe más el "nosotros" que individuos aislados.
  4. TEORÍA - PRÁCTICA: Para explicar esta relación, una referencia importante es la metáfora de la bicicleta de Loris Malaguzzi (promotor del Enfoque Educativo Reggio Emilia): “para avanzar, tenemos que pisar con fuerza ambos pedales y mantener un buen equilibrio, un pedal representa la teoría; el otro, la práctica; pisando solo un pedal no llegaremos muy lejos”. J-WEL conecta a investigadores de clase mundial con personas que trabajan directamente en el campo, en condiciones alteradas por un sin fin de variables. Ambos son importantes, existe una interdependencia porque logran: evidencias, hipótesis, nuevas teorías, entre otros. Un ejemplo muy poderoso fue el presentado por Alec Resnick, que lleva 5 años diseñando con un equipo interdisciplinario: un espacio, una comunidad de aprendizaje muy innovadora para jóvenes. Es un nuevo concepto de high school  en la ciudad de Somerville, MA. Gracias a la conexión teoría-práctica, este proyecto ha podido y seguirá <inventando el futuro del aprendizaje> 
  5. SER HUMANO: Todo lo anterior es posible si hay claridad y consciencia de que en el centro de toda esta transformación están: los seres humanos, desde los más pequeños hasta los adultos mayores. Son la razón de ser y son ante todo: seres holísticos. Mirar esta integralidad, significa reconocer el inmenso potencial de bebés, niños, jóvenes y adultos y recordar que la mente y el corazón siempre deben estar unidos. Como comunidad J-WEL sigue la tarea compleja de crear bases fuertes en estas personas donde los valores para la convivencia y el bien común sea lo que una.
Bellelli Educación presente en panel de primera infancia. MIT J-WEL.&nbsp;&nbsp;Marzo, 2018.&nbsp;

Bellelli Educación presente en panel de primera infancia. MIT J-WEL.  Marzo, 2018. 

Sin duda, este camino apenas inicia y como dice Alfredo Hoyuelos (pedagogo español): "la complejidad nos permite un análisis constante del todo y de las partes, de las relaciones circulares y recíprocas, de la unión de complementarios..." Los apasionados, los investigadores, los políticos, los educadores, las familias y los ciudadanos en general somos todos co-responsables en esta inmensa tarea y se requiere de nuestro compromiso.

Educación y/es política

En estos días de febrero, hace 4 años, estaba en una pequeña ciudad italiana llamada Reggio Emilia, participando de un evento disruptivo y provocador llamado: Educación y/es política. Éramos dos docentes que veníamos de Costa Rica, junto a otras más de mil personas de distintas partes del mundo, incluidas grandes personalidades que luchan por la educación de calidad para todos: Carla Rinaldi (Presidenta de la Fundación Reggio Children), Peter Moss (catedrático), James Heckmann (Premio Nobel de Economía), Francesco Tonucci (pedagogo), entre otros. La intención de este evento era generar una conversación abierta sobre si la educación es política o si son dos fuerzas separadas.

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Esta semana, me encuentro de nuevo en esa ciudad, pero ahora viviendo una realidad política y social que no me imaginaba en mi país y que me duele inmensamente. Sin embargo, sé que estoy en el lugar correcto y en el momento correcto, esta vez junto a otras siete costarricenses. Esta es una nueva oportunidad para tomar energía, dialogar y recordar la importancia de la participación activa de niños, docentes y familias en la dimensión política dentro y fuera de las escuelas; para así entonces, regresar al país con mayor fuerza ciudadana y criticidad en nuestros roles.

Desde Reggio Emilia, nos invitan a pensar en las escuelas como espacios democráticos y públicos, de práctica ética, encuentro y de inclusión a las subjetividades. Un lugar donde las ideas y experiencias de los niños sobre derechos, ciudadanía y valores son realmente poderosas y bellas. Por tanto, inspirarse en el enfoque educativo de Reggio Emilia, como propuesta educativa transformadora, no es solo lo que podemos apreciar en la superficie de las escuelas y en los asombrosos proyectos de los niños. Más bien es una movilización política, social y cultural sobre el tipo de sociedad que queremos; es un modelo de lo que significa un proyecto educativo de calidad para primera infancia. Implica por tanto elegir entre el individualismo y la competencia, o el aprendizaje social y la interdependencia de unos con otros. Estas creencias y decisiones no han sido fáciles, ha sido una lucha intensa desde la Segunda Guerra Mundial. La apuesta fue clara y ha sido exitosa: la ciudad de Reggio Emilia decidió invertir en servicios educativos municipales de calidad desde hace más de 70 años y va a seguir haciéndolo, y es a la vez uno de los factores claves para el desarrollo social y económico de la ciudad. El éxito del enfoque radica en crear relaciones entre la familia y la escuela, la escuela y la ciudad, los niños y los adultos y nunca reemplazar a uno por otro.

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Tomando estas enseñanzas como un caso de acierto y dada la situación actual, donde “no es solo un día de elegir, sino un proceso de construcción colectiva” (Daniela Lanzi, pedagoga) debemos promover desde las escuelas: reflexiones políticas. La educación sí es una práctica política y la participación de todos es vital. Podemos iniciar con las siguientes preguntas: ¿qué es educación de calidad?, ¿qué significa invertir en educación de calidad?, ¿qué tipo de relaciones existen entre las escuelas y la ciudad?, ¿están las escuelas acogiendo la diversidad de familias y buscando formas para que todos participen de manera activa y respetuosa?, ¿hacia qué formas de ciudadanía queremos apuntar como país? El punto de partida siempre debe ser el protagonismo del niño y su rol como ciudadano en una comunidad abierta.

Carolina García, educadora y fundadora de Bellelli Educación.

Parque del equipo Bellelli en Reggio Emilia. Febrero 2018

Parque del equipo Bellelli en Reggio Emilia. Febrero 2018

La escogencia de un modelo de la mente humana en lugar de otra es de relevancia política y social
— Jerome Bruner