Hoy nos encontramos en casa haciendo malabares entre el trabajo, los quehaceres del hogar y la crianza de los niños. Esta nueva realidad (que nos llena de incertidumbre) nos genera la necesidad de tomar el dominio sobre lo que creemos poder controlar, anticipar lo que va a suceder y hacernos sentir seguros. Por esto, quisiera invitarlos a hacer una pausa y ver esta situación como una oportunidad para tenernos más paciencia y compasión. También invitarlos a escuchar la voz del niño y aquello que nos dice a través de sus acciones, gestos y palabras. Sólo así lograremos ver que el “aburrimiento” que trae el estar en casa todo el día es una gran posibilidad para que los niños sean protagonistas del juego libre, donde propongan soluciones, creen y exploren.
Si vemos los espacios donde juegan los niños, nos pueden parecer desordenados, peligrosos e incomprensibles. Eso está bien. Quiero que leamos esto desde una mirada libre de juicios y ver con ojos de niños para poder comprender que para ellos este espacio es lo más hermoso ya que nace de ellos, sus intereses y sus propias habilidades.
Para que el juego sea completamente libre debemos de asegurarnos de ofrecerles a los niños: tiempo, espacio y permiso. El tiempo y el espacio es algo que como adultos podemos “controlar” pues esto viene con las rutinas que acordamos en casa. El permiso nos involucra de una forma más profunda y personal. Tomemos un momento para preguntarnos ¿qué tan dispuesto estoy a ceder el control y dejar que la imaginación, la creatividad y la espontaneidad de estos momentos sean los que prevalezcan?
¿Qué es el juego dirigido por niños?
"Cuando un niño practica el juego libre, decide cómo, qué y con quién jugar. Ellos son quienes inician y terminan el juego, eligen con qué materiales van a desarrollar las acciones estableciendo sus propias reglas”. Pop Up Adventure Play.
Jugar no es ocio, jugar es el trabajo más importante de la infancia. Y sí, me he referido a éste como trabajo porque aunque no parezca, a través del juego el niño desarrolla habilidades que pueden pasar desapercibidas y sólo vemos cuán divertidos se encuentran. A través del juego los niños desarrollan habilidades de planificación, asignación de roles, ejecución, recolección de materiales, comunicación, creatividad, resolución de problemas entre muchas otras más.
Entonces, ¿cuándo intervenir durante el juego libre?
Cuando un niño pide ayuda.
Cuando hay peligro de lastimarse o hay un accidente.
Cuando lo invitan a jugar. ¡Los adultos también podemos jugar!
Podemos crear espacios y acuerdos junto con los niños para que jueguen libremente. Este blogpost puede servir de apoyo Bellelli En Casa: 5 Ideas Para Organizar La Casa - I Parte para así ofrecer una experiencia enriquecedora y agradable para toda la familia.
En estos tiempos, lo mejor que podemos ofrecerle a los niños es: jugar y jugar libremente. La Asociación Internacional de Juego (International Play Association) indica que “en tiempos de crisis, el juego tiene un papel terapéutico importante para ayudar a los niños a recuperar su sentido de normalidad y alegría.” (2020).
Y… ¿si como adultos le damos cabida al juego libre para que se generen estos espacios terapéuticos dentro de nuestro hogar?, ¿nos damos la oportunidad de conectar con nuestro niño interno y procesar esta nueva realidad a la que hoy nos enfrentamos mundialmente?, ¿si nos damos la oportunidad de vivir el presente y libre de juicios? Permitámonos responder sí aunque esto signifique dejar ir estas ideas de orden y limpieza (así sea por un rato) y poder disfrutar estos momentos en los que las risas y diversión sean sanadores.
Escrito por: Sara Mejía, educadora y maestra Bellelli.