Juego libre: una ventana de conexión con los niños

Les hemos compartido ya en otras ocasiones que el juego tiene beneficios físicos, cognitivos y socio-emocionales, principalmente cuando se da con libertad, ya que el niño entra en un estado de placer y reto donde naturalmente va aprendiendo de sí mismo, del nosotros y de su contexto (que puede ser tan grande como el mundo entero).

Foto por: Catalina Avellaneda

Foto por: Catalina Avellaneda

El rol del adulto en este tipo de juego es de escucha activa, ya que el niño o niña en sus diálogos y representaciones va a dejarnos entrar en su mundo. Esta escucha empática debe respetar los tiempos y movimientos de los niños, y requiere de un adulto sensible que logre buscar la manera de conectar desde el corazón, sin juicio y con mente abierta.

Cuando los niños están realmente enganchados en su juego, son como un libro abierto de sus emociones, de sus anhelos, de sus cuestionamientos, de lo que están viviendo y de su visión de mundo. Es la forma más poderosa de conectar con un niño en su esencia más natural, ya que durante el juego, su noción de tiempo y espacio se borra, logran vivir el presente. Algunas preguntas poderosas que les puede ayudar son: ¿contame para adónde va este personaje, animalito?, ¿adónde está el resto de su familia?, ¿qué le gusta jugar?, ¿por qué se ve un poco asustado, qué le habrá pasado?, ese personaje me quiere decir algo pero no le entiendo, ¿me podrías ayudar a ver qué está diciendo?

Por lo tanto, los centros infantiles y las escuelas deben brindar cada vez más espacios para que los niños jueguen de manera libre y con elementos naturales. La importancia de este tipo de juego debe ser un valor compartido entre toda la comunidad educativa, para que así también las familias lo pidan más y lo valoren más. En estos tiempos donde existe tanta desconexión entre las personas y donde cada vez los adultos se conocen menos hacia adentro, el juego es lo que nos puede salvar y para eso, los mejores profesores son los niños. El juego es un derecho y es nuestra responsabilidad velar porque se cumpla, no solo en los niños pequeños, sino como aprendices para toda la vida. ¡Los invitamos a entrar en el mundo de juego de los niños!