Sobre el sueño y tiempo de los niños

El sueño es sin duda alguna un factor que genera preguntas y muchas veces angustia en los padres. Un bebé nuevo altera los tiempos de sueño de la familia entera lo cual causa niveles de cansancio y agotamiento extremo en los padres. Actualmente hay miles de técnicas, libros, artículos y opiniones sobre cómo manejar el sueño en el bebé y los padres se encuentran con un sin fin de información, que muchas veces se contradice entre ella.

En nuestro último taller del sueño surgieron muchas preguntas relacionadas a las rutinas, el colecho (que el bebé duerma en la cama con los padres), los horarios de comida y su relación con el sueño, entre otras. Continuando con nuestro proceso de investigación, nos encontramos con una entrevista que se le hizo a Cheryl Hausman, directora médica del Centro de Cuidados Primarios del Hospital Infantil de Filadelfia, quien responde a algunas de estas interrogantes que todo padre tiene a la hora de hablar sobre el sueño de sus bebés. Nos pareció muy interesante que a pesar de proveer algunas herramientas de guía para padres, Hausman recuerda que no hay una forma universal de abarcar este tema y que se debe tratar con la seguridad de que cada niño y su temperamento afectarán la realidad del sueño de una forma distinta.

Por otra parte, queríamos compartir un artículo del New York Times en el cual se habla de una serie de métodos y estrategias analizados desde diferentes puntos de vista. Básicamente el artículo resume como todas las técnicas funcionan, pero lo importante es elegir una con la que la familia se sienta cómoda y darle continuidad. El artículo también cita al Dr. Ferber (creador del método Ferber), el cual asegura que no hay un método que funcione para todos los niños en todas las etapas. Con toda la literatura que hemos analizado a través de los años, creemos que es muy importante el retomar un tema aún más básico que el sueño… el respeto por los tiempos de los niños. Loris Malaguzzi, creador del enfoque Reggio Emilia lo plantea así:



Fernando Pessoa dice que la medida del reloj es falsa. Y es, realmente,

falsa con respecto al reloj de los niños, de las experiencias infantiles,

de las experiencias subjetivas y de las situaciones de aprendizaje y

enseñanza.

Respetar los tiempos de maduración, de desarrollo, de los

instrumentos del hacer y del entender, de la plena, lenta,

extravagante, lúcida y mutable emersión de las capacidades infantiles,

es una medida de sabiduría biológica y cultural.

Si la naturaleza ha predispuesto que la longitud de la infancia

humana sea la más larga (infinita decía Tolstoi) es porque sabe

cuántos vados tiene que atravesar, cuántos senderos debe recorrer,

cuántos errores pueden ser corregidos, tanto por niños como por

adultos y cuántos prejuicios es necesario superar. Y cuántas infinitas

veces los niños tienen que tomar aire para restaurar su imagen, la de

los coetáneos, la de sus padres, la de los educadores y la del

conocimiento de los mundos posibles.

Si hoy, estamos en una época en la que el tiempo y los ritmos de las

máquinas y del beneficio son modelos contrapuestos a los tiempos

humanos, entonces se hace necesario saber de qué parte están la

psicología, la pedagogía y la cultura.

Loris Malaguzzi


Esta cita nos hace reflexionar sobre el enfásis que como sociedad hemos impuesto en esperar que los niños se adapten a las expectativas culturales y no en adaptarnos a sus necesidades innatamente humanas. A través de la historia hemos observado como en los últimos años el sueño, la educación, la alimentación, han sido convertidos al modelo industrializado de la sociedad por nuestra cultura occidental. Nos preguntamos qué tan diferente sería esta conversación si como sociedad nos detuviéramos a observar, entender y respetar los tiempos de cada niño, sus necesidades únicas y usáramos este enfoque para apoyarlos y guiarlos en su descubrimiento de los procesos del sueño.

Nos vemos próximamente y esperamos sus comentarios.






Una ciudad comprometida con la infancia

Del 17 al 23 de febrero tuvimos la oportunidad de compartir con muchas personas apasionadas, luchadoras, con gran experiencia y académica muy preparadas en la ciudad de Reggio Emilia. 

Durante estos días pudimos reunirnos con representantes de 20 países que trabajan también inspirados en el enfoque de Reggio Emilia. Cada representante compartió la experiencia de su país o región y luego también hubo espacio para dialogar sobre el camino a seguir como red internacional. En este caso, la oportunidad de ir se debe a que formamos parte de la Junta Directiva de la Fundación Red Solare Costa Rica que representa al país en el Reggio Children International Network.

Reggio Children International Network

Reggio Children International Network

Además hicimos visitas a algunos centros educativos: la Escuela de la Infancia Munari (para un taller sobre los secretos del papel), la Escuela Diana y la Escuela 8 de marzo. También visitamos la escuela del Centro Internacional Loris Malaguzzi, donde pudimos aprender más sobre la escuela primaria y los proyectos que estaban desarrollando los niños con sus  maestras y atelieristas.

Durante estos días también se realizó reggionarra que es una noche de cuentos en distintos lugares de la ciudad donde participan niños y adultos. 

Con James Heckman, Premio Nobel de Economía enfocado en inversión social (en primera infancia).

Con James Heckman, Premio Nobel de Economía enfocado en inversión social (en primera infancia).

Los últimos tres días de la semana, la ciudad de Reggio Emilia junto con la Fundación Reggio Children - CentroLoris Malaguzzi organizaron el congreso 'Educación y/es Política' donde participaron 1500 personas de toda Italia y los representantes internacionales de la red. Las conferencias estuvieron a cargo de profesionales muy comprometidos con la infancia y que han sido amigos de esta ciudad por muchos años porque valoran el potencial que tiene y el respeto a los niños y sus derechos. Algunos de ellos son: Peter Moss, Alfredo Hoyuelos, James Heckman, Francesco Tonucci, Irene Balaguer, Gunilla Dahlberg, entre otros.

De regreso a Costa Rica, continuamos con la gran responsabilidad de poder co-construir aquí en nuestro país a partir de estas experiencias y tomando en cuenta nuestro contexto, siempre de lado de los derechos de los niños y enfocándonos en la imagen de niño como personas capaces, sociales, activas, competentes, curiosas y mucho más. 

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El cerebro de su hijo/a: ¿sabe lo que pasa dentro de él?

Si usted tiene un hijo/a, nieto/a, sobrino/a, amigo/a o conocido/a entre 0 y 5 años, este artículo le interesa.  Identifique a ese o esos niños que están en este rango de edad y sepa que mientras usted lee este artículo, ellos están desarrollando el 85% de la estructura cerebral que tendrán durante toda su vida. Así es, el 85% de lo que somos usted y yo hoy, se formó entre los 0 y los 5 años de edad; una cifra fascinante y que debe ser tomada con mucha seriedad y es por respeto a ese 85% que escribo estas líneas.


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De acuerdo al First Five Years Fund (Fondo para los primeros cinco años), el cerebro humano realiza 700 conexiones (sinapsis) por segundo durante estos primeros años de vida. Es importante entender que las habilidades como la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la perseverancia, la capacidad de establecer relaciones interpersonales, entre muchas otras se desarrollan durante la primera infancia, es decir, entre los 0 y los 6 años. Note que no menciono las letras, ni los números, ni la lectura, no porque no se puedan aprender sino porque no son las habilidades más importantes que desarrolla el cerebro de un niño.  

Basado en esta información me pregunto las razones que nos han llevado a estar de acuerdo con que nuestros hijos sean parte de  un sistema de educación infantil tradicional donde las prácticas exigen la memorización y no la comprensión, la competencia en lugar de la colaboración y la disciplina a base de miedo o premios en vez de la autorregulación. Un sistema educativo que limita el desarrollo de ese 85% del cerebro y que pone en riesgo las capacidades que estos niños vayan a ser capaces de desarrollar y transferir en su vida como adultos.

Ahora bien, digamos que usted conoce a  una niña llamada Luisa de cuatro años. Luisa tiene unos padres amorosos, educados, que le dan todo lo mejor dentro de sus posibilidades y la protegen de cualquier sufrimiento. Sin embargo Luisa, a sus cuatro años, jamás ha enfrentado un problema que haya tenido que resolver por sí misma y así la niña cumplirá cinco, seis, siete  y ocho años y en cada problema o situación Luisa tendrá un salvador, bien sea papá o mamá u otro adulto. Con el pasar de los años, Luisa tendrá exigencias impuestas por la sociedad y va a tener que resolver problemas, bien sea en la universidad o en el trabajo, pero como no estuvo expuesta a ellos su cerebro no formó las conexiones necesarias para hacerlo. Por lo tanto, Luisa perdió la oportunidad de establecer sinapsis para la resolución de problemas durante los años más fértiles de su cerebro. Este mismo ejemplo aplica para el pensamiento crítico, para las amistades, para la autorregulación y para todas las habilidades que verdaderamente importan en la niña de hoy y del futuro.

En pocas palabras, en el cerebro de un niño de 0 a 5 años se están desarrollando las habilidades que necesitarán en el presente y como adultos, pero el cerebro tiene que ser expuesto a dichas habilidades para poder adaptarse a ellas y practicarlas muchas veces. 

¿Quiere decir esto que lo que no se aprende entre los 0 y los 5 no se aprende jamás? No necesariamente, el cerebro humano es capaz de muchas cosas, pero sí será más difícil porque no es una habilidad que se practicó desde la formación de este. Por ejemplo, todos hemos escuchado decir que los niños tienen mucha facilidad para aprender idiomas, esto no ocurre por osmosis, sino porque son cerebros blandos, que pueden moldearse casi de forma milagrosa y crear millones de sinapsis que son el aprendizaje mismo y de allí la importancia de saber qué es lo que realmente se debe enseñar, pero eso es otro artículo. 


Karla Staton

Co-fundadora de Bellelli Educación