Importancia del juego en el desarrollo de los niños

A continuación las respuestas brindadas por Bellelli a una periodista de La Nación para un reportaje:


1. ¿Qué tan importante es para el niño el juego en su desarrollo físico y mental?

El juego es vital en el desarrollo físico, social y mental de los niños, es tan importante como dormir y comer. El juego más adecuado para el desarrollo integral de los niños es el juego guiado por ellos. En otras palabras, el juego que los niños pueden escoger con qué y cómo jugar, sin que un adulto planifique o estructure previamente esa experiencia, pero respetando a las otras personas y a los materiales. 


2. ¿Existe una dosis de juego “mínima”?

Los niños deben jugar diariamente lo más posible, ya que en los primeros seis años de vida es la forma más importante de aprendizaje de los chicos. Preferiblemente esta dosis debe incluir: la participación de otros niños, el contacto directo con la naturaleza, disfrute, retos y aventuras.


3. Como apoyo al proceso educativo, ¿es útil “jugar? ¿Qué diferencias trae con respecto a la educación “tradicional”? 

El 85% del desarrollo cerebral en las personas se da entre los 0 y los 5 años, este desarrollo se da principalmente gracias a experiencias de juego que permitan a los niños inventar, crear, investigar, resolver problemas, generar vínculos emocionales, conocerse a ellos mismos, así como desarrollar destrezas motoras y cognitivas. Mientras que el aprendizaje a través del juego hace que el niño sea activo en su propio proceso de aprendizaje, la educación tradicional ve al niño como un receptor pasivo y no deja espacio para la innovación y la creatividad. 


4. ¿Para que tipo de niños es adecuado aprender de esta manera?

El juego es un derecho universal y es la forma más inclusiva de aprendizaje para los niños, porque nos permite conocerlos plenamente y brindarles las experiencias que los pueden enriquecer más.


5. ¿Cómo deben ser los juegos para funcionar como ayuda en el desarrollo?

Los juegos deben ser simples, flexibles, y preferiblemente con materiales abiertos (que permiten muchos usos) como: cajas de cartón, telas, palitos, bolas, entre otros. Los mejores juegos son los que permiten a los niños ser activos y no pasivos, como la tecnología. Además, es bueno que sean pocos a la vez, para fomentar la concentración.